- Editorial de la Pontificia Universidad Católica de Chile
GILGAMESH
De Antonio Bentué
En este mundo nunca podrá alguien "saber" si tras la muerte hay o no hay un "más allá". Por lo mismo al ser humano le quedará siempre abierta la posibilidad de creer que lo hay. Y así mantener viva la esperanza de salvación frente al riesgo angustiante de la nada final. Obviamente ello no excluye la validez de la opción contraria de quienes creen que no hay un "más allá". Y aquella esperanza, al verse frustrada, convierte al ser humano en una pasión inútil... En todo caso, la cuestión de si es el ser, con su garantía de sentido, o el no ser, con el riesgo de absurdo, la última palabra de la realidad, seguirá siendo el más porfiado planteamiento para toda conciencia lúcida. Y, por lo mismo, el problema de GILGAMESH, que aquí presentamos de forma teatral, seguirá constituyendo el dilema más crucial de toda cultura, en las diversas dimensiones del arte, la filosofía, y evidentemente la teología.
"Aun cuando la muerte no forma parte de la vida de nadie, puesto que acontece cuando alguien ha terminado ya de vivir, la conciencia es capaz de “amargarnos la existencia” hasta hacérnosla experimentar como absurda. E incluso puede provocar en nosotros una inútil rebelión. ¡Resulta efectivamente absurdo, y una “injustificable violación”, el que todo viviente concreto, –puesto que sólo se vive en concreto–, acabe siempre reducido a nada, al dejar de existir!" Pag. 9